La situación de pandemia mundial generada por el coronavirus en los últimos meses, ha supuesto un reto no solo para los responsables políticos y sanitarios de la mayoría de países, sino también para los diferentes estamentos sociales y religiosos. En el presente estudio se intenta dar una visión de como han afrontado esta situación algunos colectivos islamistas españoles de ideología salafista.
Como base para este trabajo, se han analizado desde finales de enero hasta primeros de mayo de 2020, los contenidos en español de 11 fuentes en redes sociales: 5 canales de Telegram, 4 blogs y 2 canales de YouTube, en los que se reflejan las opiniones de 12 de los principales clérigos de referencia salafista, traducidas por sus seguidores.
Los contenidos se presentan de forma cronológica para que se puedan apreciar en función de como progresaba la pandemia. Se incluyen bastantes transcripciones literales que ofrecen un detalle más concreto del pensamiento salafista, prestando especial atención a no modificar el contexto para no inducir a error.
Comenzamos allá por el 29 de enero, cuando algunos musulmanes consultaban si ante la preocupante situación sanitaria que se extendía por el mundo, era adecuado realizar la peregrinación a La Meca, respondiendo el clérigo Salih Al Fawzaan que “esa actitud dubitativa reflejaba una falta de confianza en Allah”, aunque viendo el cariz que estaban tomando los acontecimientos, añadía que: “si existen órdenes que prohíben viajar, éstas han de ser respetadas”.
Durante el mes de febrero no se apreciaron contenidos significativos más allá del seguimiento de la expansión del virus y una preocupación creciente por el aumento de contagios. Será a partir del mes de marzo cuando se multipliquen los contenidos que merecen la pena reseñar.
El primero de los dos videos subtitulados al español que se han incluido por su contenido vinculado al COVID-19, se publicó el 9 de marzo y se trataba de un fragmento de una charla del clérigo Muhammad Bin Saeed Raslan, bajo el título “coronavirus soldado de Allah” del cual se transcribe el siguiente fragmento:
“La mayor nación en cuanto a número de habitantes, la República Popular China, se encuentra aterrorizada, despavorida, ¿que enemigo la aterroriza?¿cual es esa arma letal? Allah hace que uno de los organismos vivos más minúsculos, sea uno de sus soldados. Allah les ha mandado ese virus llamado corona. Si le afecta al musulmán, muere como mártir. En cambio esa carroña que no cree en el Día de la Resurrección, ni reconoce la existencia de Allah, como los comunistas o los ateos, su vida acaba con la muerte. En cambio el musulmán no necesita los consejos de la Organización Mundial de la Salud, tiene al Islam que es con lo que Allah le protege de la infección, solo debemos temer a Allah”.
Pocas jornadas después con el virus extendiéndose de forma brutal por toda Europa y cayendo de forma vertiginosa los cierres de fronteras y confinamientos, el 13 de marzo surge la cuestión de la clausura de lugares de oración, y como consecuencia de esto, ¿que ocurre con el rezo de los viernes? ¿se autoriza la oración en el domicilio particular? a lo que el sheikh Sulayman Ar.Ruhayli responde que: “si el gobierno ordena el cierre de los templos de oración, hay que obedecer y practicar los rezos en el domicilio particular”. Añadiendo incluso: “y quien esté contagiado o piense que lo está, se le prohíbe asistir a la oración del viernes y a la oración en congregación en la mezquita”.
Con la misma fecha del 13 de marzo, en un canal salafista de Telegram, se publicó un pequeño texto bajo el título “los ateos y el coronavirus” que se puede resumir en el siguiente planteamiento:
“El ateo no cree en Allah y no reconoce su existencia puesto que no lo ha visto. Lo lógico es que tampoco debe creer en el virus Corona ni debe temerlo, ya que según su doctrina, no existe puesto que no lo ha visto. Simplemente ha creído en el porque:
1- Ha visto sus efectos.
2- Y porque ha sido informado respecto a su existencia.
Sin embargo rechaza la existencia de Allah puesto que:
1- La creación y todo lo que existe indica la existencia de un Creador.
2- El Profeta transmitió el mensaje que habla de Allah y está entre nosotros Su Libro”.
Pasados un par de días, el 15 de marzo, el sheikh Sulayman Ar.Ruhayli aconseja a los musulmanes abandonar el apretón de manos como forma de saludo y limitarse a dar el Salam de forma verbal, “porque repeler un mal es preponderante sobre el hecho de obtener un bien”. De igual forma, ofrece otros consejos como “reducir las salidas de las casas, minimizar las reuniones que no son indispensables, observar una higiene y limpieza rigurosa y depositar su confianza en Allah antes y después de todo”.
Bajo el título “El coronavirus no vino a matar y a exterminar sino a revivirnos” el 17 de marzo otro blog salafista publicó un texto del clérigo Abderahman Ibn Muhyddin cuyo curioso contenido pretende revertir las dramáticas consecuencias de los efectos del COVID-19 en beneficio de los musulmanes de ideología salafista, destacando entre sus contenidos:
“Hacer que la nación recobre la conciencia, despertarnos de nuestra despreocupación, mostrarnos nuestra pequeñez porque hemos sido incapaces de ver a un microbio que ha amenazado al universo entero a pesar de su tamaño casi imperceptible. Vino a decirnos que hay un Señor que descuidamos evocar mientras que Él es capaz de sustituirnos de la noche a la mañana”.
“Pensamos que se trataba de un virus que probaba a la gente que no conocía la fe, la inmunización y la confianza en Allah. Repetíamos: «Se abalanzaron hacia la minoría musulmana en sus países y Allah les ha desplegado uno de sus numerosos ejércitos que realmente solo Él conoce”.
“El Coronavirus no es una epidemia sobre esta tierra, por Allah, la epidemia somos nosotros, si no imploramos el perdón y nos arrepentimos ante Allah, Él nos sustituirá por un pueblo que Le pedirá perdón y se arrepentirá ante Él. Si el Coronavirus no nos reanima de nuestra dejadez y de nuestra despreocupación en cuanto a nuestra religión, por Allah, nosotros nos despertaremos en una gran calamidad”.
“¿Qué decir del Señor de este virus? ¿Acaso no merece Él que Le temamos y Le imploremos para que tenga misericordia de nuestra debilidad? Si el Coronavirus se va y la nación no recobra la consciencia, estén seguros de que nosotros somos la epidemia sobre esta tierra. Así que extraigan una lección los dotados de intelecto”.
Conforme evolucionaba la situación, se iban planteando nuevas cuestiones, así el 19 de marzo un canal salafista de Telegram abordaba la cuestión de ¿que se debe hacer con los cuerpos de los musulmanes fallecidos por COVID-19? El sheikh Daghash Al-Ajmi resuelve que no está permitido quemar los cadáveres, pero ante la duda de como proceder a la hora de lavar el cuerpo una vez la persona ha fallecido, otro clérigo llamado Abdel Mohsin Al-Abbad explica que ante el riesgo de contagiarse al lavar el cadáver, este ritual puede sustituirse por el tayyamum, que consiste en utilizar arena para la purificación, sin tener que tocar el cuerpo.
Sobre la costumbre de aplaudir cada día como reconocimiento al personal sanitario, hay un par de consideraciones, la primera con fecha 27 de marzo, al preguntar al sheikh Muhammad Yunus Al-Athari sobre si está permitido aplaudir desde las ventanas para agradecer a los sanitarios, responde: “Se les debe agradecer con palabras adecuadas, que les dediquen invocaciones y que les ofrezcan buenos regalos según vuestra capacidad. Fuera de eso, el método no es islámico ni legislado”.
Y la segunda cuestión relacionada con el párrafo anterior, es otra duda planteada el 8 de abril, sobre si es correcto proclamar todos los viernes el adhan de manera conjunta para agradecer al personal que trabaja en la crisis del coronavirus. Respondiendo el clérigo Ali Musa Al Misri: “esto no forma parte de la sunnah, esto forma parte de las innovaciones y las invenciones”.
Buscando que es lo mejor que puede hacerse ante la pandemia, el 9 de abril se publicó en un blog salafista un claro y contundente consejo del sheikh Salih Al-Fawzan: “no hay salida o rescate del peligro excepto buscar en Allah una salida y reconocer que estamos en necesidad de Él y suplicar abundantemente para que Allah nos quite esto y salve a los musulmanes de este mal. Y que Él salve al mundo de este peligro”.
El 13 de abril en el canal de YouTube Ansar Al Ghuraba se publicó un video del clérigo Abdul Aziz Al Buree subtitulado al español, de apenas un minuto de duración, recoge claramente una idea: “el coronavirus es un soldado de los soldados de Allah, actualmente está en el proceso de ejecutar la misión que Allah le envió, y Él es el único que puede detenerlo”.
El último elemento analizado es una entrada en un blog de fecha 22 de abril, que trata sobre el coronavirus y los asuntos que afectan negativamente al tawhid. El sheikh Abdur-Rahman Al Ahmed publica un breve decálogo como recordatorio y advertencia a los musulmanes:
“Los siguientes son algunos asuntos que tienen efectos negativos en el propio tawhid:
1- Seguir lo que adivinos y astrólogos afirman conocer de lo oculto.
2- Vincular el suceso de acontecimientos a las acciones de los incrédulos (no musulmanes).
3- Considerar que los incrédulos ya tenían conocimiento de las circunstancias y que esta pandemia ha sido mencionada en libros y películas.
4- Aferrarse y depender de recursos, incluso si son beneficiosos, dejado atrás la confianza en Allah. Hay que combinar ambas cosas, hacer uso de los medios legislados y confiar en Allah.
5- Colgar en las habitaciones o en los niños, ciertos objetos cuyo beneficio no ha sido establecido por la legislación.
6- Negar completamente que esta pandemia haya ocurrido debido a la corrupción que la gente ha causado sobre la tierra.
7- El apego a esta vida mundanal y temer hasta el extremo a esta pandemia.
8- Quejarse de las circunstancias actuales causadas por esta pandemia y no aguardar pacientemente ante dicha adversidad.
9- Asustar a la gente difundiendo falsos rumores.
10- Mofarse y menospreciar esta pandemia en lugar de invocar a Allah.
Conclusiones:
En primer lugar se aprecia el habitual distanciamiento del salafismo sobre la sociedad occidental, al rechazar los aplausos y muestras públicas de agradecimiento al personal sanitario.
Por lo que respecta a la actitud ante el nuevo virus, hay una primera tendencia que culpabiliza a los infieles como destinatarios de la pandemia enviada por Allah en castigo por sus abusos a la ummah. Aunque esta justificación fue perdiendo consistencia a medida que el COVID-19 se expandía y afectaba a todos por igual, independientemente de sus creencias religiosas.
El transcurso de las semanas ha demostrado que como en otras ocasiones, los ideólogos salafistas han sabido adaptarse de forma magnífica para justificar la llegada del coronavirus como decisión de Allah, ante lo cual los musulmanes han de mostrar una gran devoción al credo rigorista.
Por otro lado, sea cual sea el final, está todo incluido dentro de sus idearios, de forma que si una persona musulmana muere como consecuencia del virus, se le considera un mártir por la causa de Allah, si consigue sobrevivir habrá sido gracias a su fervor religioso, y cuando llegue el momento de vencer la pandemia, habrá sido por voluntad de Allah.